Tengo una tormenta electrica en los bolsillos,
por eso, ahora camino con las manos,
uso doble cinturón
para no desprenderme de lo planificado.
Me fascina darle intenciones al odio,
muevo a propósito la piedra
que está inestable en el centro
de la balanza,
y corro, corro como si fuese
en una estampida
cuando un grifo me pide compania...
domingo, 30 de noviembre de 2008
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